El paso peatonal permite a los peatones tener prioridad sobre los vehículos que se aproximen al área demarcada en la calzada, por tanto, los vehículos siempre deben detenerse cuando el peatón accede al paso peatonal.

La Ley de Tránsito establece que los pasos peatonales constituyen la senda de seguridad formada por la prolongación imaginaria o demarcada de las aceras o cualquier otra zona demarcada para este objetivo. De lo anterior, se desprende que las intersecciones son los pasos habilitados para el cruce de los peatones y en las zonas no reguladas tiene preferencia el peatón con respecto a los vehículos.

Los peatones deben realizar el cruce en los lugares habilitados para ello, es decir, en las intersecciones y/o donde esté demarcado para ello.

Un peatón atropellado por un vehículo mientras que el peatón se encuentra dentro de un paso de peatones se encuentra por lo general estar libre de culpa concurrente de la ocurrencia del accidente, siempre y cuando las observaciones se hacen razonables por el peatón. Un peatón atropellado por un vehículo al cruzar una calzada fuera de un paso de peatones marcado todavía puede potencialmente recuperar los daños por parte del operador del vehículo, siempre y cuando la negligencia del peatón no es mayor que la del conductor del vehículo de motor. Nuestro estado Tribunal Supremo ha dictaminado que si un peatón es culpable de negligencia comparativa en una situación de este tipo depende de varios factores, tales como, entre otras cosas: la familiaridad de los peatones con la calzada; las observaciones formuladas por el peatón antes de cruzar la calzada; la distancia entre el vehículo y el peatón del acusado en el momento del peatón entrando la carretera; la velocidad del vehículo y el límite de velocidad en la carretera; las condiciones de iluminación; y, la distancia recorrida por el peatón antes del impacto. Muchos otros temas también pueden ser relevantes para esta determinación. Debido a que los antes mencionado son cuestiones de hecho, no cuestiones de derecho, corresponde a un jurado, no el juez de primera instancia, para determinar si el peatón puede llevar cualquier negligencia comparativa.

Claramente, cruzando una calle fuera de un paso de peatones no impide que un peatón de recuperación de daños y perjuicios por las lesiones sufridas por un impacto con un vehículo de motor; Sin embargo, cruzar una calle fuera de un paso de peatones puede tener consecuencias negativas en serio no sólo en la propia capacidad para recuperar los daños, sino también la capacidad para seguir viviendo. Por lo tanto, es aconsejable evitar los cruces de caminos en cualquier punto que no sea en un paso de peatones designado.

La seguridad de los peatones

Los peatones son los integrantes del tránsito más vulnerables o frágiles ya que no tienen ninguna protección corporal. En un choque entre un peatón y un vehículo, aún el más liviano, es el peatón el que, con mayor probabilidad, se llevará la peor parte. El mayor daño siempre será para el cuerpo del peatón, que puede golpear fuertemente contra el vehículo y ser aplastado por las ruedas o ser despedido lejos del vehículo para caer y golpearse contra el asfalto.

Sin embargo, todos somos peatones y al serlo desde pequeños, como parte de un proceso natural de nuestro andar y movernos en el mundo, se nos olvida que convivir con la motorización creciente de nuestra sociedad representa un desafío, que no por cotidiano resulta inocuo.

Las lesiones y muertes de peatones constituyen una preocupación mundial. Los peatones constituyen un cuarto de los muertos en el tránsito. En los países subdesarrollados y en desarrollo, la mayoría de las víctimas son peatones. De hecho, en Argentina,  se estima que el 21% de las víctimas fatales son peatones, y en las zonas urbanas pueden llegar hasta el 44%. Proteger a los peatones requiere de acciones educativas y de cambios en la circulación vehicular y la planificación urbana.

Aunque solemos pensar que estamos seguros y nada nos puede pasar, sin darnos cuenta nos ponemos en riesgo de sufrir lesiones y hasta morir cuando no tenemos en cuenta a los demás que hacen el tránsito junto a nosotros.

Cruzar o caminar distraídos, no respetar las señales del semáforo, jugar en la calle, cruzar por cualquier parte, caminar por la calzada, cruzar con las barreras bajas, etc. son algunos de los comportamientos de riesgo que solemos actuar sin pesar en las consecuencias.

Es importante pensar en los comportamientos destacados como riesgosos, en qué consiste el riesgo y cuál es el comportamiento seguro. Y reflexionar acerca de lo que nos motiva a arriesgarnos cada día y sobre la conveniencia de cambiar comportamientos de riesgo por otros seguros.

¡JUNTOS POR UNA MEJOR

CULTURA VIAL!

Fuente: https://imsanjavier.cl/municipio/2019/07/10/la-importancia-de-los-pasos-peatonales/#:~:text=El%20paso%20cebra%20permite%20a,peat%C3%B3n%20accede%20al%20paso%20cebra.

https://gualeguaychu.gov.ar/redaccion/seguridad-para-peatones:-la-importancia-de-la-senda-peatonal